La mejor forma de recorrer todos los rincones de Londres es mediante su transporte público. En una inusual experiencia con los vagones eléctricos de la línea DLR de Canary Wharf, Victor nos cuenta su aventura de recién llegado. Al viajar en un vagón frontal nos enseña como vivir la experiencia de un conductor de metro y nos revela algunos datos curiosos que te impresionarán.

Paso 1

Paso 2

Paso 3

Me senté en el primer asiento y este arrancó sin más. Poco después, una vez indicada la llegada a Canary Wharf, me bajé y fui a un centro comercial que estaba en la misma estación, allí comí un maravilloso sandwich y me decidí ansioso a salir para ver los supuestos rascacielos. Entonces subiendo las escaleras mecánicas cuyo techo acristalado permitía ver lo que se cernía sobre mí, me quedé atónito conforme iba subiendo la mirada y no paraba de contar pisos.

No podía ser cierto, estaba en medio de Manhattan, todos eran edificios que se erguían dominantes como en las películas, el viento me empujaba como si no me dejara avanzar y la gente se desplazaba con sus trajes y maletines como en las escenas newyorkinas. Por un momento pensé que me había teletransportado al otro lado del charco, pero no, seguía ahí en el distrito de negocios más moderno de Londres (Tower Hamlets).

Como curiosidad, indicar que el nombre de Canary Wharf viene dado por las Islas Canarias, ya que antiguamente aquí se desarrollaban las mayores importaciones de frutas entre estas y Londres. Definitivamente fue una experiencia maravillosa y se la recomiendo a todo el mundo, es una de tantas sorpresas que te ofrece una ciudad tan heterogénea y sorpresiva que por más que conozca, nunca deja de sorprenderte.

Escrito por Victor Manuel Aguayo Garcia